Nicolás Maduro, presidente de la República Bolivariana de Venezuela fue entrevistado el Miércoles 1 de Enero del 2020 por el prestigioso periodista Ignacio Ramonet, donde analizó la situación económica y política de su país, así como el contexto geopolítico regional e internacional y opinó sobre el golpe de estado en Bolivia.
Ramonet destacó dos acontecimientos que transcurrieron en los últimos meses en América Latina como la victoria de Alberto Fernández y el golpe de estado en Bolivia, Maduro analizó su significancia: “Estamos ante una América Latina en disputa en toda la región y país por país. Estados Unidos ha decidido reactivar la Doctrina Monroe, “América para los americanos”, todos nosotros para ellos, para su interés, para su negocio, para su geopolítica, lo han hecho sin ningún tipo de vergüenza (…) El traer una doctrina neo colonial de principios del siglo XIX, doscientos años después a principios del siglo XXI, es algo anti histórico, y no tiene ningún tipo de posibilidad de desarrollarse (…) el imperialismo pretende imponer élites subordinadas a sus intereses para que gobiernen e impongan su modelo”.
Con respecto al golpe en Bolivia sostuvo: “tú ves el golpe de estado en Bolivia, tomaron el poder y expulsaron a Evo Morales, masacraron el pueblo en El Alto en La Paz y en Cochabamba, fue una masacre terrible y el golpe de estado sigue su marcha. Cuando tú evalúas que han hecho los grupos económicos en el gobierno, vez que se han acomodado nuevamente, preparan la entrega de las riquezas naturales rescatadas por Evo al imperialismo y sus empresas, pretenden entregar el gas, el petróleo y el litio. Estas son políticas equivocadas, privatizar y liberalizar todo. ¿Cómo está el pueblo hoy de Bolivia? Muy molesto. Es una bomba de tiempo Bolivia y los golpistas no podrán detener esa fuerza que permitirá restaurar el proceso de cambio que fundó nuestro hermano Evo Morales. ¿Qué respuestas puede tener la derecha golpista, fascista, racista de Bolivia a favor del pueblo de Bolivia? Ninguna, están agotados (el neoliberalismo), su única capacidad con cierto éxito es su conspiración, es la trampa que le montaron a Evo Morales.
Se refirió a la caída del neoliberalismo en Argentina: “Acudimos al fin tempranero y prematuro de la era Macri. ¿Qué significó Macri? Neoliberalismo, privatización, negación de los derechos sociales y laborales, y en cuatro años se agotó”.
A su vez, opinó sobre la protestas de los pueblos contra el neoliberalismo a nivel global como no se había visto desde los años 60 o como Marx lo había señalado en 1848 cuanto hablo de la “primavera de los pueblos”: “Estamos acudiendo a un segundo ciclo de agotamiento del modelo neoliberal destructivo, hay un cuestionamiento en el mundo del capitalismo neoliberal y su efectos destructivos en los derechos sociales de la gente, en el empleo, en las pensiones, en la educación pública, en la salud pública, es un cuestionamiento global en Francia y en todo Europa, en América Latina (…) además, hay en el mundo entero un cuestionamiento grande y poderoso a los efectos nocivos sobre el ambiente, el llamado cambio climático que produce este capitalismo desarrollista destructivo (…) y nos pone de acuerdo a los científico de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en las puertas de una catástrofe climática (…) digo que es un segundo ciclo porque el primer ciclo lo vivimos la década de los 90, y dio como resultado en América Latina y/o el Caribe del surgimiento de una corriente progresista revolucionaria que gobernó casi todo los países del continente encabezado por el comandante Hugo Chávez, Lula Da Silva, por Néstor Kirchner, entre otros, Tabaré, Correa, Daniel Ortega, por Fidel, Raúl, una corriente, una ola progresista que fue la respuesta alternativa al agotamiento del primer ciclo que pudiéramos denominarlo del neoliberalismo, ahora estamos en un etapa de agotamiento del neoliberalismo donde el FMI y el Banco Mundial no tienen respuestas, ni para la inversión social, ni para el desarrollo de los pueblos, ni para el cambio climático, se agotaron, tiene que venir un nuevo modelo y ese modelo está marcado por un gran conciencia humanista, colectivista, yo diría socialista del Siglo XXI.

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Venezuela y su sistema democrático

Este año habrá elecciones legislativas en Venezuela, lo que demuestra que la democracia se mantiene vigorosa en el país contrariamente a lo que sostiene Trump y la derecha nacional venezolana e internacional. Trump, “paladín de la democracia” reconoció rápidamente como presidenta a la autoproclamada “Guaidó boliviana”, Jeanine Áñez, como lo hizo con Juan Guaidó, pero no reconoció el triunfo electoral de Maduro y de Morales, a quiénes acusa de “dictadores”. El primero ganó una elección presidencial con el casi 67,7% de votación y el segundo obtuvo el triunfo con el 47, 08 %, con una diferencia de más de 10 puntos frente a su contrincante.
Maduro afirmó: “Hay que decir que estas son las elecciones número 26 en 20 años de democracia, de las 25 elecciones hemos ganado 23 (…) la oposición ha ganado dos elecciones en el 2007, una reforma constitucional que la ganó por unos 20.000 votos y en el 2015 nos ganaron una dolorosa elección parlamentaria (…) han utilizado la Asamblea Nacional para conspirar y para dañar económicamente a Venezuela, para tratar de imponer un golpe de estado, para convocar a un invasión extranjera militar del imperio estadounidense y de sus aliados con el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (T.I.A.R.) y han destruido la Asamblea Nacional (…) puedo adelantar que la fuerza bolivariana del Partido Socialista Unido de Venezuela (P.S.U.V.) vamos a obtener una gran victoria y vamos a recuperar la Asamblea Nacional”. Recordemos que el actual presidente de esa Asamblea Nacional es el autoproclamado presidente interino Guaidó que busca ser reelegido este año.

Venezuela en las puertas del crecimiento económico.

Venezuela es un país que sufre un bloqueo económico, financiero, comercial, y mediático impuesto por EEUU como a ningún otro país, solo se conoce ese precedente para Cuba. El 2019 fue un año intenso de intento de golpe de estado dirigido y financiado por EEUU con el apoyo de otros países de la región y de Europa, con tentativa de invasión norteamericana que puso en vilo a la región, bajo pretexto de “ayuda humanitaria”. El 2018 sufrieron un intento de magnicidio. El imperio norteamericano tuvo como principales aliados en la región a Chile y Colombia, cuyos presidentes estaban expectantes de acudir a la “caída” del mandatario al que le contaban los días. Sin embargo, hoy ambos países son los que han caído en una grave crisis económica, política y social. Venezuela, pese al bloqueo y la inflación inducida de parte de EEUU, no tuvo estallidos sociales, sino por el contrario, se vieron movilizaciones masivas en apoyo al asediado gobierno de Maduro, pues su población es consciente de los efectos de la guerra económica al que es sometido el país, pese a ello se sobrepuso y terminó el 2019 con mayor estabilidad que países con gobiernos neoliberales que lo criticaban y vaticinaban su final.
Maduro explicó su fórmula: “Nosotros tenemos un proyecto de país de verdad, que tiene la legitimidad en el voto popular y el apoyo del pueblo verdadero, tenemos una democracia con su libertades, tenemos instituciones sólidas (…) y además, el comandante Chávez refundó la “unión cívico militar”, concepto de Bolívar (…) no es cualquier unión cívico militar, es la unión cívico militar para hacer revolución, para hacer patria (…) y la mantenemos como espíritu vital del desarrollo de los acontecimientos de Venezuela”. A ello podemos sumarle la masiva formación ideológica como política de estado que se encargó el mismo Chávez de llevar a su pueblo y la fortaleza en la capacidad de movilización y organización de este, lo que permitió defender el proyecto social bolivariano en momentos delicados.

De una economía de resistencia a una economía de producción.

Maduro explicó la persecución psicópata de EEUU hacia Venezuela: “El principal nudo que impide el desarrollo de la economía de todo es la agresión económica, la persecución financiera y el bloqueo económico del imperio estadounidense contra Venezuela (…) somos un país al que le congelaron todas sus cuentas bancarias y no puede pagar nada en el mundo, el gobierno de EEUU nos persigue para impedir que compremos medicinas y alimentos (…) somos un país al que le congelaron en efectivo más de 15 mil millones de dólares, dinero nuestro del país, en un país de 30 millones de habitantes, somos un país al que le robaron dos empresas básicas fundamentales que le producían dinero para su funcionamiento económico, y que estaban en el circuito de la actividad petrolera y petroquímica: Cipgo, con un precio estimado de 10 a 12.000 millones de dólares (…) nos la robaron, nos la expropiaron, la recuperaremos. Además, nos robaron otra empresa en Colombia llamada Monómero y la han quebrado”.
Luego relató el hostigamiento brutal, criminal y sanguinario que sufren como país: “Donde más nos ha golpeado la maldad de EEUU es en la salud, hemos hecho un gran esfuerzo por mantener la dotación de medicamentos, es difícil porque persiguen nuestras cuentas bancarias, persiguen a los aviones y a los barcos que van a traer medicinas a Venezuela para que no los traigan, los mismo pasa con los repuestos de los equipos modernos que tenemos en el sistema de salud”.
En referencia al Petro, creación venezolana, Maduro sostuvo: “Vamos a vender el petróleo venezolano en Petro, ya estamos vendiendo el hierro y el acero de Venezuela en Petro (…) esta cripto divisa es una respuesta de la revolución bolivariana a las agresiones económicas, al bloqueo, a las sanciones”.
Maduro sostuvo una mejora económica, pese al bloqueo económico: “Estamos en las puertas de crecimiento económico, tenemos que seguir elevando los niveles de producción de todos los niveles de oro, alimentos, petróleo, producción industrial, seguir controlando el impacto tremendo que tiene en la guerra económica, la inflación inducida por parte de EEUU. Hemos logrado vencer la hiperinflación en el segundo semestre del 2019, soy optimista de que podamos lograr inflación de un digito este año y seguir avanzando en la construcción de un modelo económico propio sustentable, hecho con esfuerzo, desde una economía de resistencia hacia una economía de crecimiento progreso y prosperidad”.

Verónica Zapata.

Periodista y psicóloga boliviana.

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