Pareciera que un fuerte virus ha infectado los taladros y en un estornudo repentino, los precios del barril de crudo se están desplomando. Un mercado especulativo así lo determina. Se estima que esto y la afectación del Coronavirus afectará aproximamentente un tercio del PIB Mundial.
Ante el fracaso de la reunión Opep más países productores no miembros, en particular de Rusia, los precios del barril han caído en apenas horas en un 30%, con lo cual, la estrategia Opep de mantener baja la producción y altos los precios, recibe un virulento revés nunca visto en los últimos 20 años. Uno de los crudos marcadores, el Brent cayó un 9% para ubicarse en unos 32 dólares promedio. El West Texas (WTI), cayó bien 31.3% para colocarse en unos 28 dólares. El barril Opec en lo que va de año ha bajado un 23.86% y se cotiza en unos 48.33 dólares.
En la última reunión Opep+productores no miembros, se buscaba establecer una cuota de rebaja en la producción de 1.5 millones de barriles x dia para así mantener los precios de manera razonable. Rusia, tercer productor mundial se negó a aprobar el acuerdo. Ante eso, los saudíes anunciaron una rebaja en los precios entre 6 y 8 dólares x barril y un aumento de su producción de crudos de 9.7 millones de b/d a 10 mm, pudiendo llegar hasta 12 mm b/d a precios muy baratos de extracción en un crudo liviano de muy buena calidad. Esto podría colocar el precio del barril a un precio parecido al de 1985 y 1986 cuando el crudo bajo a unos 10 dólares.
Ante estos la venta x contratos a futuro aumenta y se están cotizando a precios promedios de 14.25 el barril para mayo de este año. Las cotizaciones en bolsa se han venido a menos. Los rendimientos han caído en unos 35 puntos. Las empresas petroleras del gigante chino y otras como las de Australia han visto sus cuentas afectadas en un 20%.
Este virus del desplome en el precio del crudo también afecta a productores importantes como los EEUU y su Fracking, cuyos costos de producción x barril son muy altos, con lo cual la rentabilidad por pozo se vendría a menos.
Países con grandes reservas de petróleo pero con problemas severos de producción como Venezuela se verán afectados en sus ingresos, y más aún si a la baja en el precio se le agrega el bloqueo y las sanciones impuestas por la Administración Trump.
La fragilidad, especulación y manipulación del mercado petrolero por las empresas trasnacionales, en este mundo cada vez más globalizado, pone en situación de mayor dependencia a los pequeños países, productores o no, y los convierte en pasto fácil del tenebroso juego de la oferta y la demanda donde una mano visible en el mercado lo conduce y decide casi todo.
A los efectos devastadores del Coronavirus en la salud global, sumesele ahora este agujero negro donde ha caído el precio del barril de crudo y del cual no se sabe cuándo ni cómo se podrá salir. Mientras, la Geopolítica petrolera mueve sus tentáculos y los grandes protagonistas afinan sus cálculos, en una guerra de precios en la que el que pestañea pierde. Es de esperar que una vez pasen los efectos perversos de la pandemia del virus, los precios y la producción del crudo vuelvan a la normalidad y superen este estado infecto contagioso.
Félix Roque Rivero.
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