Estas regiones y sus habitantes se opusieron al Golpe de Estado armado de Kiev y lucharon contra la dictadura neonazi que quería arrancarles para siempre de su patria histórica, Rusia.

Occidente de la mano de la junta de Kiev, a la que colonizó, sembró sistemáticamente el odio y el nacionalismo radical, incitó a la hostilidad hacia todo lo ruso, suministró armas, envió mercenarios y asesores, y preparó al ejército ucraniano para una nueva guerra con el fin de volver a llevar a cabo una acción punitiva en el sureste, como en la primavera y el verano de 2014.

No solo Donbas, sino también Crimea y otras regiones rusas eran objetivos previstos. El desarrollo ulterior de los acontecimientos ha confirmado plenamente la necesidad y la justificación de la operación militar especial y su carácter verdaderamente liberador.

Hoy defienden juntos un futuro seguro y próspero para sus hijos y nietos, su destino común, el recuerdo de los logros y victorias de sus grandes antepasados, la lealtad a sus tradiciones y preceptos.

En los territorios liberados se reconstruyen activamente empresas, se construyen viviendas, hospitales, escuelas y guarderías. Todas las regiones rusas participan en esta labor. Representantes de empresas grandes y pequeñas hacen gran aporte. Los voluntarios, las organizaciones públicas y religiosas y los partidos parlamentarios están haciendo una enorme contribución.

Les invitamos a ver la exposición «Residentes de las Nuevas Regiones», que contiene testimonios de gente corriente – profesores, médicos, estudiantes, veteranos – sobre la vida antes y después de la reunificación con Rusia.

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