En un mundo cada vez más convulso, la cooperación entre naciones se ha convertido en un factor fundamental para abordar los desafíos globales, en este escenario en el que además se despliega un nuevo orden multipolar se encuentran los países BRICS: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, esta alianza con economías fuertes y en crecimiento y una influencia cada vez mayor en el escenario mundial se enfrentan a un importante desafío: encontrar un equilibrio entre sus intereses nacionales y la necesidad de cooperación para el desarrollo global.
Su objetivo principal es promover un desarrollo sostenible, la reducción de la desigualdad y un mayor equilibrio en la gobernanza global, y es allí donde radica su desafío, en su diversidad, pero a pesar de ello han sabido equilibrar sus intereses económicos y la cooperación global.
A pesar de estos desafíos, los BRICS también tienen grandes oportunidades. Su tamaño y crecimiento económico les otorgan una gran influencia en la economía y la política mundial adaptándose con soluciones innovadoras a un mundo en constante cambio.
Un importante potencial de los BRICS es que estos representan el 25 % del PIB mundial, concentran el 16 % del comercio global, el 42 % de la población mundial y aproximadamente el 20 % de la inversión mundial.
A esto hay que considerar que en 2010, la agrupación lanzó un mecanismo de cooperación interbancaria alternativa a la Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales (SWIFT), esta alternativa es el Cross-Border Interbank Payment System (CIPS), creado por China desde 2015 y utilizado por los países de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) y vinculada con el Banco de Desarrollo de los BRICS, para facilitar los pagos y liquidaciones transfronterizos entre bancos de países miembros en moneda local, y que también en 2015 fundó el Banco de Desarrollo de los BRICS con sede en Shanghái, con un Acuerdo de Reserva Contingente equivalente a US$100 mil millones para brindar apoyo a los miembros en caso de problemas de balanza de pagos, ofreciendo potencialmente a sus miembros una fuente de financiamiento alternativa al FMI, y de forma alternativa al dólar norteamericano con la intención de proporcionar el 30 por ciento de su financiamiento en monedas locales de los países miembros. Por otro lado los países BRICS controlan un importante porcentaje de las reservas mundiales de petróleo.
A su vez, cuentan con una estrecha relación e influencia con otros esquemas de integración regional como MERCOSUR, CELAC y ALBA en América Latina, la Unión Económica de Eurasia, la Asociación Económica Integral Regional (RCEP), y la OPEP en Medio Oriente y África, que puede ampliar su potencial económico e influencia en foros internacionales.
Un elemento significativo es que un número importante de los países BRICS como China, Rusia e Irán apuestan a esta cooperación ya que han sido objeto de sanciones ilegales, guerra híbrida, desestabilización política y económica y presiones en foros internacionales por parte de los EEUU.
Ya un número importante de países han manifestado su intención de pertenecer al grupo, cansados de ser engatusados y coaccionados por los EEUU para tomar partido en la polarización forzada contra países como China y Rusia.
Su próxima cumbre, la decimoquinta, está prevista entre el 22 al 24 de agosto de 2023 en un centro de convenciones de Johannesburgo, Sudáfrica, en la que se espera se refuerce la cooperación y las relaciones entre los países miembros en temas como el fortalecimiento de la cooperación económica, el comercio, la inversión, la innovación, el desarrollo sostenible y la gobernanza global.
Igualmente se espera que se anuncien nuevas iniciativas y proyectos conjuntos, con el objetivo de promover el crecimiento económico y abordar desafíos comunes, el fortalecimiento de la asociación con África, con un enfoque en el desarrollo económico y la cooperación en diversas áreas, la cooperación en la lucha contra la pandemia con la cooperación en la distribución de vacunas y la recuperación económica post-pandemia.