
El grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) ha experimentado una importante transformación, pasando de ser un foro económico emergente a un bloque estratégico con un papel cada vez más central en el orden mundial. En agosto de 2024, los BRICS ampliaron su membresía al acoger a países como Arabia Saudita, Irán y los Emiratos Árabes Unidos. Esta expansión ilustra su ambición de contrarrestar la hegemonía de los bloques tradicionalmente dominados por Occidente y promover un sistema multipolar que reequilibre las relaciones internacionales.
En este contexto, la Universidad Bernardo O’Higgins organizó en noviembre de 2024 un seminario titulado “BRICS: Proyecciones y desafíos para América Latina”. Este evento reunió a embajadores y expertos de China, Rusia, Brasil, Chile y Perú, quienes analizaron el creciente impacto de los BRICS en la región. Los debates se centraron en las oportunidades económicas, los desafíos políticos y logísticos y el potencial de los BRICS como una alternativa creíble a los bloques económicos tradicionales.
Oportunidades económicas y comerciales
La cooperación Sudamérica-BRICS abre muchas oportunidades:
Diversificación comercial : Los mercados chino e indio, caracterizados por una demanda creciente de recursos naturales y productos alimenticios, representan una oportunidad para países como Chile y Perú. Estos últimos, ricos en minerales estratégicos como el cobre y el litio, podrían ampliar sus exportaciones en condiciones más ventajosas gracias a una colaboración reforzada con los BRICS.
Inversiones en infraestructura : El Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) de los BRICS es una fuente crucial de financiamiento para proyectos de infraestructura y desarrollo sostenible. Esto permitiría a América del Sur mejorar su conectividad y redes logísticas, facilitando su integración a las cadenas globales de valor.
Cooperación en materia de tecnología y energía : La agenda de los BRICS incluye iniciativas de transferencia de tecnología e inversión en energías renovables. Brasil, con su experiencia en biocombustibles, y Chile, con su potencial en energía solar, podrían desempeñar papeles estratégicos en estos proyectos de colaboración.
Sistemas financieros alternativos : La estrategia de desdolarización impulsada por los BRICS, centrada en el uso de monedas locales o digitales en el comercio internacional, ofrece a América del Sur una mayor autonomía económica frente a las fluctuaciones de los mercados financieros globales.
Desafíos políticos, sociales y logísticos
A pesar de estas oportunidades prometedoras, la integración dentro de los BRICS implica varios desafíos importantes:
Heterogeneidad económica y política : Las diferencias en el desarrollo económico y las estructuras productivas entre los países sudamericanos y los miembros del BRICS dificultan la armonización de intereses y la definición de una agenda común.
Dependencia de productos básicos : si la demanda de recursos naturales sigue siendo fuerte, América del Sur corre el riesgo de quedar estancada en su papel tradicional de proveedor de materias primas, lo que obstaculizaría la diversificación y la industrialización de sus economías.
Tensiones geopolíticas : Las alianzas estratégicas con actores como Rusia y China podrían causar fricciones con socios históricos de la región, incluidos Estados Unidos y la Unión Europea. Una gestión diplomática cuidadosa será esencial para evitar dañar estas relaciones.
Fragmentación regional : Las divergencias políticas y económicas entre los países sudamericanos complican la coordinación de una estrategia regional coherente, limitando su capacidad de negociar colectivamente con los BRICS.
Deficiencias de infraestructura : Las brechas en la conectividad física y digital continúan representando un obstáculo para una integración fluida con los mercados asiáticos y africanos.
Proyecciones geopolíticas
La adhesión o fortalecimiento de la participación de los países sudamericanos en los BRICS podría tener importantes impactos geopolíticos:
Fortalecimiento del multipolarismo : La integración a los BRICS posiciona a América del Sur como un actor clave en la transición hacia un sistema global multipolar, aumentando así su influencia y margen de maniobra estratégico.
Mayor papel en los foros internacionales : A través de los BRICS, países como Brasil podrían desempeñar un papel más activo en las discusiones globales sobre temas como el cambio climático, la reforma de las instituciones internacionales o la regulación de las tecnologías emergentes.
Reducir la dependencia histórica : Diversificar las relaciones económicas permitiría a Sudamérica reducir su dependencia de Occidente y consolidar sus relaciones con economías emergentes dinámicas.
Riesgos de tensiones intrarregionales : La falta de un consenso claro sobre el papel de los BRICS dentro de la región podría conducir a divisiones entre los países sudamericanos, en particular debido a sus orientaciones políticas y prioridades económicas divergentes.
Recomendaciones de política estratégica
Para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos asociados con la integración de los BRICS, surgen varias recomendaciones de políticas:
Fortalecer la cohesión regional : los países sudamericanos deben priorizar la integración regional para poder negociar colectivamente y garantizar que sus intereses estén representados de manera justa dentro de los BRICS.
Impulsar la industrialización : es esencial aprovechar los vínculos con los BRICS para incentivar la transformación productiva y reducir la dependencia de las exportaciones de materias primas.
Promover la diversificación energética y tecnológica : aprovechar la cooperación con los BRICS para desarrollar energías renovables y capacidades tecnológicas avanzadas es una palanca estratégica para el futuro.
Mantener un equilibrio diplomático : Las relaciones con los BRICS deben gestionarse de manera equilibrada para preservar las alianzas estratégicas con otros actores globales, evitando así una dependencia excesiva.
Invertir en infraestructura : Modernizar la infraestructura física y digital es esencial para integrar efectivamente a América del Sur a las cadenas de valor globales impulsadas por los BRICS.
Conclusión
El seminario organizado por la Universidad Bernardo O’Higgins destacó la importancia estratégica de los BRICS para América del Sur. Estas relaciones ofrecen una oportunidad única para redefinir el papel de la región en el escenario global, diversificando sus relaciones internacionales, accediendo a financiamiento para el desarrollo sostenible y consolidando su influencia en un orden mundial multipolar.
Sin embargo, para transformar estas oportunidades en beneficios tangibles, es necesario adoptar un enfoque que combine las estrategias nacionales y regionales, respetando al mismo tiempo las particularidades culturales y económicas de cada país. La diplomacia proactiva, el fortalecimiento de las capacidades internas y la adhesión a los principios de reciprocidad y cooperación sostenible garantizarán que estas alianzas no se basen únicamente en fundamentos económicos, sino que también contribuyan a construir una asociación equilibrada y mutuamente beneficiosa.
En este contexto, y en virtud de su autonomía académica, la Universidad Bernardo O’Higgins reafirma su compromiso de abordar y discutir todos los temas relevantes que contribuyan a enriquecer el debate académico y a arrojar luz sobre los desafíos estratégicos de la región y del mundo. Esta apertura asegura que la institución siga siendo un espacio privilegiado para la reflexión crítica y el diálogo constructivo sobre los grandes temas contemporáneos.