El 22 de marzo de 2024, Rusia sufrió uno de los peores ataques terroristas en su historia reciente. El ataque, que tuvo lugar en la sala de conciertos Crocus City Hall en las afueras de Moscú, dejando hasta ahora al menos 133 muertos y más de 140 heridos. Los detalles exactos sobre cómo se llevó a cabo el ataque aún no están claros, pero se informa que un grupo de personas armadas con con fusiles y ropa de camuflaje irrumpió en el auditorio antes de un concierto y comenzaron a disparar contra la gente a quemarropa.
También se menciona que se lanzaron bombas molotov y prendieron fuego a las sillas del auditorio, lo que provocó un incendio en el lugar. A pesar de que el ataque terrorista aparentemente ha sido reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico, el gobierno ruso aún no ha atribuido oficialmente la responsabilidad del ataque terrorista a ningún grupo en particular.
El ataque ocurrió poco después de las elecciones presidenciales rusas, que se llevaron a cabo del 15 al 17 de marzo. Sospechosamente varias embajadas occidentales, incluidas las de Estados Unidos y el Reino Unido, habían advertido sobre posibles ataques terroristas en Rusia antes de las elecciones presidenciales rusas y habian recomendado a sus ciudadanos no viajar al pais. El presidente serbio, Aleksandar Vucic, afirmó que Estados Unidos y los servicios de inteligencia del Reino Unido tenían información sobre posibles ataques terroristas.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha prometido justicia y ha declarado que el gobierno identificará y castigará a todos los responsables del ataque terrorista. Putin, ha calificado el atentado de “crimen monstruoso” y ha pedido a la comunidad internacional que condene este acto de terrorismo.
Según los informes, hasta ahora se ha detenido a 11 personas presuntamente vinculadas al atentado, de ellas cuatro sospechosos han sido supuestos responsables directos del ataque. Según el Comité de Investigación de Rusia, los autores directos del ataque intentaron esconderse y se dirigieron hacia Ucrania, donde se abrió una ventana, ya que estaban siendo esperados del lado ucraniano para cruzar la frontera. Estos sospechosos fueron detenidos en la región de Bryansk, cerca de la frontera con Ucrania, mientras intentaban cruzar la misma.
El Ministerio de Asuntos Exteriores ruso ha calificado el incidente de “ataque terrorista” y ha pedido a la comunidad internacional que condene este “crimen monstruoso”. Por su parte, el alcalde de Moscú, Sergui Sobianin, ha declarado que se ha producido una terrible tragedia y se ha comprometido a prestar toda la asistencia necesaria a los heridos.
Este ataque ha sido considerado como el peor atentado en la historia reciente de Rusia, y ha generado condena y solidaridad por parte de la comunidad internacional. Las autoridades rusas han suspendido eventos deportivos, culturales y públicos en los días siguientes al ataque.
La condena global al atentado terrorista en Rusia ha sido unánime y contundente. Varios países y organizaciones internacionales han expresado su solidaridad con Rusia y han condenado enérgicamente el ataque. La Unión Europea ha expresado su pésame al pueblo ruso y ha condenado cualquier ataque contra civiles.
El gobierno de Venezuela ha calificado el mismo como atroz y ha enviado sus condolencias a los familiares de las victimas, por su parte el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado el ataque en los términos más enérgicos posibles. El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, también ha condenado el terrorismo global, pero evitó lamentar el atentado contra la capital rusa.
Desde Cuba, el presidente Miguel Díaz-Canel dijo que su país condena este atroz acto. “Nuestras sinceras condolencias al Gobierno y pueblo de la Federación de Rusia por la pérdida de vidas humanas y los numerosos heridos. Sean extensivas a los familiares y allegados de las víctimas”. El presidente Luis Arce también se sumó a las condenas, “de la manera más enérgica”, a este acto terrorista.
Desde Nicaragua enviaron una carta dirigida a Putin, suscrita por el presidente de ese país, Daniel Ortega, y la vicepresidenta, Rosario Murillo. “Le escribimos con el corazón golpeado por la tragedia terrorista que acaba de presentarse […] La criminalidad terrorista se ha ensañado, una vez más, en personas inocentes que han sido víctimas del odio y la confrontación que caracteriza al nazismo y el fascismo que siguen amenazando al mundo”.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México también lamentó este hecho y las pérdidas de vidas humanas que deja, “México rechaza cualquier acto de violencia que atente en contra de la vida de civiles”.
El gobierno brasileño expresó también su “consternación” tras el ataque en Moscú y manifestó sus condolencias a las familias de los asesinados, así como la pronta recuperación de los heridos.
A raiz de esta situacion es probable que veamos un aumento en las medidas de seguridad y vigilancia en todo el país. El gobierno también podría intensificar sus esfuerzos para rastrear y detener a los responsables del ataque, que podría tener implicaciones en la política exterior de Rusia.